viernes, 12 de julio de 2013

RECIÉN DIVORDIADA / CHOCOLATE BLANCO

Miércoles.
Conozco a Carmen en un chat, solo intercambiamos cuatro frases a media mañana pero no caen en saco roto. Tiene treinta y un años, vive en un pueblo de las afueras de mi ciudad y dice que "lo ha dejado hace poco con su pareja".

Pregunto si está interesada en conocer gente nueva y me dice que sí... intercambiamos correos y esa misma tarde le escribo unas pocas lineas saludando.

En su contestación me agradece haberle escrito y me pide una foto. Yo de momento no se la pido, no hace falta... introduzco su nombre completo (procedente del remite del mail) en google y me sale un enlace a Facebook.
Yo no soy usuario de esa red social pero de repente tengo delante de mi no solo su foto sino el nombre de la localidad donde vive.

No es fea y el pueblo está lo suficientemente lejos como para poder establecer una maravillosa "distancia de seguridad".
Les jeux sont faits
.

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En su segundo correo me pregunta cuánto hace que no estoy con alguien... cuánto duró mi relación más larga... si tengo Facebook...

Me envía una foto, advierte que no es reciente y sí, comparándola con la de su perfil público en FB se perciben notables "diferencias".
Me dice que su relación más larga ha durado catorce años, que tiene dos hijos y está separada. Propongo quedar para tomar algo y me contesta afirmativamente, propone vernos el martes siguiente por la mañana cuando ella salga de trabajar.



De repente el sábado, tras varios mails, me envia su número de teléfono, "por si te apetece hablar, o por si el martes no puedo acudir..."

El domingo tengo partido, poco antes de ir al estadio me envia un correo deslizando la siguiente frase: "ya va quedando menos para el martes, qué ganas. Tengo tentaciones de pedirte q sea hoy después del partido o mañana a eso de las 21:30...... pero habrá que esperar. soy una impaciente"


A buen entendedor pocas palabras.
A pesar de las escasas posibilidades de maniobra que (a la hora de salir) mi ciudad ofrece un domingo por la noche, agarro el móvil en la parada del bus camino del estadio y propongo quedar a partir de las 22 horas, cuando el partido finalice.

Pocos minutos después me contesta que mejor no, que hoy ya se haría demasiado tarde, que lo pase bien en el partido, etc...

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Perdemos 0-1 al descanso, mientras los operarios riegan el campo y mis compañeros de grada lamentan el resultado echo un vistazo al móvil.

Tengo otro mensaje de Carmen, ha cambiado de idea, me cita a las 22:15 donde yo diga pero "que sea un lugar discreto".

De repente la derrota de mi equipo duele menos. Propongo una plazoleta situada a cinco minutos de mi casa.

El partido acaba 0-2, salgo a toda prisa del estadio, pillo el primer bus y así tal cual, vestido de hooligan con la camiseta y sudadera de mi equipo voy al encuentro de Carmen.

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Cruzo la esquina y allí esta, agazapada en el lado opuesto al convenido.como si quisiera fisgarme desde lejos para salir huyendo mientras tenga la ocasión...
Pero me ve y sonríe. Sigue sin parecerse demasiado a las dos fotos que he visto, hola qué tal, muá muá...

Vamos a una tetería cercana que afortunadamente está abierta. Somos los dos únicos clientes, nos sentamos en una esquina sobre una montaña de cojines, ella pide una infusión aromática y yo un Earl Grey por si la noche se acaba alargando.

 
Hablamos durante casi cuarenta minutos de manera relajada, me cuenta todo acerca de su ruptura, de hecho aún sigue casada, firmará los papeles el lunes por la mañana... por lo visto los niños lo llevan bien, etc

Se ríe con un par de batallitas que le cuento, ella insiste en guardar en secreto el nombre de su pueblo pero me dice que es pequeño y la gente es muy cotilla, que esta noche las vecinas ya se habrán dado cuenta de que no tiene el coche aparcado en la puerta...

Pregunto si es la primera vez que queda con alguien de un chat y me dice que no, que hace poco tuvo una cita pero que solamente duró media hora porque no se encontraba a gusto... "pues si este no es el caso podríamos ir ahora a tomar otra en un bar que hay por aquí cerca", sugiero.
"Vale, si te parece bien por mi genial, yo estoy muy a gusto...", contesta.

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Ella va fumando por la calle camino del segundo bar y me entran tentaciones de pedirle un pitillo... pero me resisto.

Entramos en el bar, esta vez no somos los únicos parroquianos pero el número de asistentes se cuenta con los dedos de la mano. Pedimos y nos sentamos en un banco del fondo.
Seguimos hablando de chorradas y riendo tontamente, a veces el ritual de aproximación es tan insustancial que me entran ganas de gritar, de salir corriendo... pero algo me dice que con Carmen no puedo fallar.

En medio de una de esas risas flojas me acerco y le planto un veloz beso en los labios. Me retiro y ella sonrie sin protestar, sorprendida pero complacida... yo no doy importancia al incidente y sigo hablando como si nada.
Ella sigue mirándome y dos minutos después aprovecho otro silencio para volver a la carga, pero esta vez de manera más lenta y prolongada.
Nos enrollamos durante casi cuarto de hora, su lengua cada vez sabe menos a tabaco, me alegro de no haberle gorroneado antes el pitillo...

Es la una y cuarto, sugiero ir a otro lado, nos vamos del bar. En la calle me pregunta qué es lo que tengo en mente y se lo digo claramente...
Carmen se muestra un pelín escandalizada, "no, eso no, de ninguna de las maneras".

Pongo en práctica viejos trucos comerciales pero la oferta sigue siendo rechazada. La acompaño hasta el coche, tiene un vehículo enorme, una ranchera de aspecto casi funerario... me imagino con ella en la parte trasera follando con una comodidad jamás vivida previamente en coche alguno.

Hago un último intento pero nada, agua. Eso sí, ella se despide besándome con fuerza, apretándose contra mi, frotando la entrepierna... yo le agarro el culo y las tetas... pero nada, sube al coche y se esfuma calle abajo.

 "Mala suerte", pienso, mientras me pongo los cascos y me conecto a todo volumen con cierto viejo disco de Lenny Kravitz camino de casa.
Always on the run...

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A la mañana siguiente me despierto con un correo suyo: "buenos dias guapo. Que tal? No se muy bien que decirte xq no se si querrás seguir hablando conmigo o volver a verme. Ya me dirás. Pasa un buen dia. Un beso."

Contesto que por mi sigue en pie lo de tomar algo el martes cuando ella salga de trabajar. Aún así, quedamos para hablar un rato por el chat y ella me suelta un rollo tremendo acerca de lo bien que se lo pasó conmigo, que le gusta mi manera de pensar, mis ideas, que le gustaría conocerme más...

Yo me empeño en quitar brillo al asunto, me muestro frío y procaz, planteo que mi interés es básicamente sexual y ella recula, confiesa sentirse incapaz de "follar así sin más y ya está", que "ella no es de esas".
Cambio el enfoque, le planteo las ventajas que tiene "golfear un poco" tras salir de una relación asfixiante de catorce años, que no puede salir de un lio para meterse en otro sin solución de continuidad, que un buen revolcón dadas las circunstancias es tan justo como necesario...

Tras mi publirreportaje se queda en silencio un par de minutos... para mi sorpresa su siguiente frase es "jaja, ¿cuándo dijiste que te quedabas solo en casa?"

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El bar de la cita del martes por la mañana es uno del que ya he hablado por aquí más veces, uno que tiene unos bancos resguardados al fondo donde nadie del local puede ver lo que estás haciendo.
Mi plan es sencillo, empezar ahí la partida y acabar convenciéndola para que me lleve en su coche fúnebre hasta el bosque más cercano para culminar la velada.

Llego a las once, ella me espera de pie en la barra dando vueltas a un café con leche. Pido un cortado y nos sentamos al fondo.
Me cuenta cómo fue el trámite de la firma del divorcio, toda la parafernalia, el mal trago inicial y el alivio final.
Me acerco a su lado, nos besamos... y durante la siguiente hora se desata la tormenta.

Mira que en ese bar he guarreado un montón de veces, pero lo de hoy supera todos los precedentes. Le saco discretamente las tetas y se las empiezo a comer... me bajo la bragueta, la saco y ella me la agarra, meneándola durante un buen rato, finalmente susurro algo a su oido y se agacha para chupármela.
Su entrepierna arde, intento meterle un dedo pero se resiste... así y más nos tiramos en aquel estrategico Peñón de Gibraltar sexual hasta casi las doce y media.


Carmen mira el reloj y lo lamenta, pero tiene que irse... sugiero la fuga a algún lugar apartado donde aparcar y rematar la faena pero no cuela.

Salimos del bar y apenas pronunciamos palabra camino del cruce donde yo tiraré para casa y ella hacia su coche. Su gesto es risueño y no exento de malicia.
Yo en cambio no veo la hora de llegar a casa para "acabar" aunque sea solo, tras haberme pasado prácticamente toda la última hora empalmado...

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Al día siguiente me envía un e-mail larguísimo contándome una movida de su curro... al final incluye la siguiente frase: "ayer me quedé con ganas".
Sin comentarios.

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Esta semana tengo un examen asi que pongo distancia respecto de Carmen y del mundo en general.
Al segundo día de ausencia ella parece que se relaja y deja de enviarme tantos mensajes. Sin embargo la víspera de mi examen por la noche me envía lo siguiente: "tienes un rato para un té?"

Ando apurado haciendo ejercicios y siguiendo mi espartano plan de estudio intensivo, declino la oferta y me conformo con recordar en privado durante cinco minutos la mamada del otro día en el bar...

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El examen sale bien. Los correos que me envía Carmen esta semana son breves y ásperos, su nueva fórmula de despedida es "pásalo bien".

Diez días después de nuestra última cita cambia la frase final y suelta un enigmático: "creo q debes saber q he conocido a alguien".
Tras preguntarle si la cosa va bien con el nuevo chico me contesta: "hay poco q contar, he conocido a un chico muy agradable, nos hemos visto un par de veces y hablamos cada día desde q nos conocimos ( de esto hace una semana) no tengo ni idea de q pasará, pero ninguno de los dos se cierra a nada. supongo q nos iremos conociendo y ya se verá"

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Tres semanas después de la mamada propongo vernos de nuevo, en el mismo bar. Ella acepta.

Nos sentamos en el mismo banco, ella me cuenta que está hecha un lio por culpa del nuevo chico que ha conocido. "¿De dónde ha salido?", pregunto.

"Lo conocí un sábado por la noche que salí con una amiga... es de Senegal" -me dice, llevándose la mano a la cara disimulando su rubor- "ya me lo dice una amiga, que en este año a mi madre entre unas cosas y otras, la mato a disgustos".
"Vaya, yo que venía con la intención de proponerte pasar al lado oscuro... ¡pero veo que ya se me han adelantado!", comento, ella se relaja con mi broma y baja la guardia... "qué cabrón", me dice riéndose... y nos besamos... pero al poco rato recula... "no me parece bien que haga esto ahora contigo, no me gusta jugar a dos bandas", susurra, nuevamente con las mejillas sonrojadas y la entrepierna humeante.


Decido dejarla en paz, no insistir... y desde luego no pienso bajarme la bragueta de nuevo, no me parece sensato medir "fuerzas" con todo un senegalés.

"Que sepas que la culpa de todo la ha tenido tu examen", me dice... "bendito examen", pienso yo.

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En el bus de vuelta a mi casa veo subir a Sonia. Va despistada hablando por teléfono y no me ha visto. Han pasado ya unos años desde la última vez que nos liamos, se sienta cuatro filas delante de mi... menos mal que alguien hace poco me ha dicho que Sonia se ha casado y tiene un hijo, de no ser así habría ido a sentarme a su lado para probar suerte.

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Hoy he vuelto a hablar con Carmen. Sigue de acá para allá con el senegalés, intentándolo.
No propongo nada, tengo la sensación de que ese romance no durará demasiado, quizás más adelante vuelva a saber de ella y acabe probando la parte trasera de su ranchera...

"No quiero perder el contacto contigo, me caes genial" -dice- "se puede hablar de todo contigo... ¡y eres normal!"

 Joder Carmen, no te has enterado de nada.



P.D: (la cosa no acabó así, si quieres saber más pincha AQUÍ)




13 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dio el abrazo del koala.

Mr. Rific dijo...

AQUELLO NOERAYO: En cierta extraña y retorcida manera... así es :)

Coccinellidae. dijo...

No se entera no...ten cuidado que esta te pide matrimonio! Jajaja!

Kaoki dijo...

Qué cierto es aquello de que no hay mayor ciego que el que no quiere ver... que no, que no es que diga que no eres normal (que tampoco), pero más claroooo...

Anda que no tenía lío en la cabeza Carmen ni nada...

Creo que hay polvos que te pueden salir muy caros, no?

Muxu bat

Mr. Rific dijo...

COCCINELLIDAE.: Quizás la gran atracción de la próxima temporada en su pueblo sea una boda repleta de maravilloso folclore y motivos africanos... :)

KAOKI: Es que coñas aparte, cuando me dijo eso de que "¡eres normal!"... casi me da un ataque de risa. ¿O acaso todo dios va por ahi sacándose la chorra por los bares a las once de la mañana? :P

maruxaina89 dijo...

Aiaiai lo que me he podido reír...
Pobre Carmen, yo creo que sufrió un momento de locura transitoria en el que se pensó que podría cambiar tus intereses y el tipo de relación contigo.
NORMAL... ufff, siempre me ha provocado escalofríos esa palabra.
Ya nos contarás si se da un tercer encuentro, si fuese en el coche fúnebre mejor que mejor.

Joer...la lectura de este blog despierta mi vena cotilla...

¡Saludos!

Mr. Rific dijo...

MARUXAINA89: Bueno, hay que ponerse en su lugar tras 14 años de matrimonio empieza a salir por ahi y de lo primero que se encuentra es... a mi!!!
¡Manda narices! :P

Hoy este blog cumple tres años... me alegra que pasado todo ese tiempo conserve cierto vigor y pueda seguir despertando alguna vena cotilla, ¡muchas gracias! ;)

maruxaina89 dijo...

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES, PUES!!!
:)

Mr. Rific dijo...

MARUXAINA89: Muchísimas gracias, ya queda menos para que Mr.Rific adquiera la "mayoría de edad" :)

neko dijo...

Tres años hiciste ya?? y yo que me pregunto... se te acabarán las historias algún día y acabarás hablando del tiempo?

Felicidades! y bueno, leído esta entrada y la actual, no sé si desear que haya una tercera parte

Mr. Rific dijo...

NEKO: ¡Sí! El tiempo pasa volando eh :P
De momento creo que tengo material para otra temporada más... después quizás haga como dices y me pase a la poesía.

Gracias por la felicitación y no sé, dudo mucho que haya tercera parte de este absurdo culebrón.

Sex Shop dijo...

Muy buenooooooo!!!!!!!

Mr. Rific dijo...

ANÓNIMO: Lo intuía, pero ahora gracias a ti puedo confirmar muchas cosas ;)