domingo, 23 de junio de 2013

"Rock and Roll"

Era el cumpleaños de una compañera de clase, teníamos once años y fuimos unos cuantos niños a su casa para la tradicional fiesta de gusanitos, tarta y Casera Cola.

Hubo un rato después de la merienda en que se puso música (los Cuarenta Principales) y estuvimos bailoteando. Después jugamos un poco a "verdad, beso o atrevimiento".

En su día aquellos primeros besos y roces resultaban bastante emocionantes, sin embargo confieso que he olvidado a quién besé aquella tarde... en cambio hay un instante de esa fiesta que recuerdo como si hubiera sucedido ayer mismo.
Una de las canciones que sonó en la radio fue "Carrie" de Europe, los chicos dimos un paso atrás avergonzados y algunas niñas se nos acercaron para bailar "agarrados".


Noelia me cogió por sorpresa y ahí estuvimos abrazados dando parsimoniosas vueltas todo el tiempo que duró la famosa balada del grupo sueco.

Alrededor de la escena hubo bastante cachondeo, yo quise zafarme a mitad de la canción pero ella no me soltó.
No sé que me daba más vergüenza: bailar en plan cursi delante de todo el mundo... o el incipiente ardor que de repente recorría mi entrepìerna.

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A Miriam no le gustaba el rock, pero amaba con locura a Bon Jovi. Tenía un poster en su habitación en el que salía con su guitarra al borde de aquel acantilado donde cantaba "blaze of glory".

Una vez me llevó a su casa y me tocó ver un DVD entero con la colección completa de videos de Bon Jovi... que bueno, a mi me gustaba mucho hasta el "keep the faith", a partir de ahí ni fu ni fa... pero aguanté como un titán esperando que después la cosa se animara en su sofá.



Y así fue, pero no tanto como yo esperaba... llegado el "punto de no retorno" en que o se culmina o se echa el cerrojo, Miriam optó por lo segundo.

Recuerdo que volviendo luego a mi casa maldije las baladas de Bon Jovi y el día que decidió cortarse el pelo.

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La primera vez que (aprovechando un viaje de mi familia) me subí a una chica a casa y fuimos a la cama, en lo que ella se acostaba yo me dirigí a mi montaña de discos para poner alguno acorde con tan importante acontecimiento.
Algunas veces lo había pensado oyendo ciertos discos que me entusiasmaban: "este sería perfecto para follar"... y tenía varios candidatos.

Recuerdo que en lo alto de la lista por aquel entonces estaban el disco blanco de los Beatles y el de João Gilberto editado en 1973... la putada es que llegado el "gran día" no los tenía bien colocados y tras un vistazo rápido no aparecieron.

Rebeca ya estaba en la cama y no era plan de demorar el asunto por "problemas técnicos", renuncié a buscar esos dos cedés y de entre los que tenía más a la vista agarré uno que, en cierta manera, se coló por derecho propio en la recta final cortando la cinta de la meta.
El disco de 1987 de Whitesnake.




Curioso que el primer polvo que eché en mi cama de toda la vida tuviera de fondo el primer disco que me aficionó al rock duro de crío... un segundo bautismo, justicia poética.

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En el instituto tuve una compañera que durante un curso me tuvo loco. Tuve suerte de que aquel año nos colocaran en clase por orden alfabético de apellidos y lo pasé entero compartiendo pupitre con ella.
Cada vez que recuerdo mis torpes intentos de acercamiento me da la risa. Uno de ellos fue grabarle una cinta de cassette.

Un día hablando con ella me dijo que la nueva canción que había sacado Def Leppard, "two steps behind", le volvía loca. Yo tenía el disco de ese grupo y me ofrecí a grabárselo... pero ella dijo que no, que ese tipo de rock a ella no le gustaba, solamente aquella balada.


Decidí grabarle una cinta que empezara con esa canción y después rellenarla con otras tantas baladas rockeras de similar corte.
Cuando le di la cinta puso cara rara, me dio las gracias al ver que la primera era su canción favorita del momento, añadió que a ver qué tal las demás ya que no las conocía...

El resto del curso jamás me dijo ni una palabra sobre el recopilario que le hice, yo creo que no le gustó o quizás ni lo escuchó completo... a la altura de semana santa se echó novio, aquel último trimestre fue un pequeño infierno.

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Esta próxima semana iré a Madrid y veré en concierto a Europe, Whitesnake, Def Leppard y Bon Jovi.
Y sé que en algún momento de dichos conciertos, me acordaré de todas estas cosas... y de todas esas chicas, dondequiera que estén.


jueves, 20 de junio de 2013

"Es una tía a la que por lo visto le va la marcha..."

Hace un par de sábados recibí a las 23:25 el siguiente sms procedente de un número desconocido:
"Hola soy Paco estoy en la ciudad con una amiga de Madrid si estas por ahi me lo dices para tomar una copa. Besitos"

El mensaje lo vi tarde, a las dos de la madrugada cuando volvía a casa.
¿Paco? Conozco más de uno, dos de ellos de fuera de mi ciudad... y no sé, es muy improbable que aparezcan así de repente un sábado por aquí, por no decir que lo normal es que hubieran avisado con la debida antelación.

¿Una amiga de Madrid?
Llamé al número del procedencia del mensaje pero no contestaron. Seguí mi camino, llegué a casa y me acosté.

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Los días siguientes me puse en contacto con "los Pacos" de fuera de mi ciudad, ninguno de ellos había enviado el mensaje.
Todo muy raro.

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El sábado pasado a mediodía, tomando unas cañas con amigos salí de dudas. De repente apareció un colega de esos que como mucho se dejan ver dos veces al año... sí, su nombre es Francisco.
¿Desde cuándo "Paco"? ¡Para mí siempre ha sido Fran!
Todo cuadraba, Fran vive y curra fuera, bastante cerca de Madrid.


"Oye, ¿no serías tú quien me envió ese mensaje la noche del sábado aquel...?", le pregunté.

" -contestó- vine a ver a mi familia y el sábado se presentó aquí una compañera de curro de Madrid que quería ver la ciudad y demás... te avisé a ti porque eres el único de éstos que pensé que podría estar por ahí de fiesta, por si te venías a tomar algo"

Pregunté si es que él estaba liado con ella o qué... se apresuró a negarlo. "Ni siquiera se quedó en mi casa a dormir, se pilló un hotel por su cuenta antes de venir aquí, simplemente le enseñé la ciudad un poco y fuimos a tomar una copa... cuando llamaste ya nos habíamos retirado, era tarde"

Otro amigo comenzó a meter el dedo en la llaga: "Pobre Rific, podría haber tenido suerte con la chica..."

"Pues la verdad es que sí -prosiguió Fran- es una tía a la que por lo visto le va la marcha..."

Antes de proseguir con el interrogatorio pedí otra ronda.

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"¿Por qué dices eso?", dijimos a coro mi otro amigo y yo.

"Pues porque estabamos en el pub ese al lado de la universidad, sentados tranquilamente y de repente me dijo: que sepas que esta noche podrías acostarte con dos chicas a la vez si quisieras..."

"¿Ehm?", nuestro interés aumentaba.

"Sí, me dijo que echara un vistazo a la mesa que teníamos a cinco metros, allí había un grupo pequeño de gente y entonces me dijo: voy a ir al servicio, atento a la morena de esa mesa, fíjate si me sigue con la mirada en lo que me levanto y voy para allá..."

Algo me dijo que no tardaría en maldecir lo poco atento que suelo estar a veces al móvil.

"Y sí, no se equivocaba, la chica aquella siguió todos sus pasos con bastante interés... cuando regresó a la mesa se lo conté y me dijo eso, que ella tenía mucho ojo para esas cosas, que además había hecho algún trío, etc"

Mi otro amigo empezó a descojonarse, acto seguido pidió a Fran que nos enseñara alguna foto de la chica... yo me bebí mi caña de un trago, ¡otra ronda!

Fran decía que la chica no estaba muy allá, que además pensaba que aquello de los tríos y demás era una broma... pero lo que yo vi en ese par de fotos que nos enseñó me puso bastante cachondo... fiesta de Halloween 2012, ella disfrazada de Pirata del Caribe... un sábado noche cualquiera, ella vestida para matar, supermaquillada, generoso escote y sonrisa traviesa...

"¿Y acabó yéndose sola al hotel?", preguntó mi otro amigo... Fran asintió.

"Mala impresión se llevaría de la ciudad -intervine- aquel fue un sábado noche de junio bastante frío, con poca gente de fiesta... y encima no quisiste darle ese revolcón, trío u orgía que seguramente codiciaba cuando pilló los billetes de bus... ¡qué calamidad!"

"Ahhh, haber visto el mensaje a tiempo... ¡yo te avisé!", sentenció Fran.


viernes, 14 de junio de 2013

La "Misionera" (Rific Weekend -2ª parte-)

(Viene de la entrada anterior, pinche AQUÍ para verla)

Sábado por la mañana. Suena el despertador a las nueve en punto, no he dormido demasiado pero tras el afeitado, la ducha y el desayuno me pongo a tono para ir al encuentro de Alicia.

Durante el paseo de veinticinco minutos recuerdo los peculiares antecedentes de lo que está a punto de suceder...

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Alicia protagonizó una entrada el pasado mes de Octubre. CARPE DIEM.

Resumiendo: joven mamá que llevaba más de cuatro años (desde su embarazo, momento en que el padre de la criatura se largó para no volver) sin mantener relaciones... quedé con ella una mañana para tomar café y (contra todo pronóstico) acabamos follando (apenas cuarenta minutos después) en mi casa.

Su cara en el momento de la despedida era todo un poema, ni de coña se esperaba nada de lo sucedido... se alejó con una expresión a medio camino entre "estoy loca" y "nunca más".
Tres días después de aquel episodio me sorprendió con un sms en el que me decía que se encontraba a dos calles de mi casa, que si estaba solo se lo dijera y si eso "subía otra vez"... pero no lo estaba.

Hablando por el messenger intentamos quedar alguna otra vez ese mes pero no hubo suerte.
Semanas después pillé de nuevo la casa sola una tarde y avisé, sin embargo su respuesta fue tan negativa como aparentemente definitiva: "La verdad muy mal las tardes complicadas y en viernes mas asi q lo siento me da a mi q t vas a tener q buscar otra opcion sin cargas o q tenga mayor posibilidad"

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Uno de aquellos días me confesó por el messenger que su vida era demasiado complicada así que mejor dejarlo estar en ese punto. Quizás por eso me sorprendiera tanto cuando dos meses y pico después de ponerle fin (y no tener ninguna noticia de ella) volvió a asomar una tarde para comentarme que había estado pensando... que tenía la casa del pueblo de sus padres sola muerta del asco... que si íbamos un día de estos... pues eso, a follar...


El plan: ella me llevaría en coche, haríamos la cama, nos acostaríamos y un rato después me traería de vuelta a la "civilización".
Sobra decir que acepté, lo haríamos el miércoles de esa misma semana.

Recuerdo que la víspera del día señalado fui a la farmacia a comprar condones... y que quince minutos después de hacerlo recibí el siguiente mensaje: "Malas noticias hay que aplazar el dia xq me bajo la regla ya es mala suerte d verdad si puedes lo dejamos para el día X si quieres hablar estoy en el ordenador".

En fin, el caso es que (semana y media después) el día X ha llegado.

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Llego al lugar de la cita, ella ha aparcado al final de la calle, sale del coche y me hace gestos con la mano. Voy para allá, entro en el coche, dos besos, arranca.

Alicia no habla demasiado, contesta con monosílabos a casi todas mis preguntas, conduce a toda hostia, según google maps el trayecto hasta su pueblo es de unos veinticinco minutos pero a ese ritmo llegaremos en catorce.

Se queja del día tan frío que hace y de lo helada que va a estar la casa, que lleva tanto tiempo cerrada... "no te preocupes, entraremos en calor seguro", digo, pero ella ni se inmuta... el viaje prosigue con los Cuarenta Principales de fondo y si alguien neutral viera la actitud de Alicia (tan seca) pensaría que me lleva al pueblo a pintar la casa, adecentar el huerto, llevar unas cajas... cualquier cosa menos follar.

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Llegamos, aparca en la parte trasera de la casa lejos de la vista de los vecinos, entramos por el patio. Ciertamente la temperatura dentro es como la de una iglesia abandonada... no hay visita turística, me lleva directamente al dormitorio.
Agarra la ropa de cama y un calefactor eléctrico. Enchufamos el aparato y comenzamos a hacer la cama, todo ello con los abrigos puestos.

Una vez hecha me mira y esbozando una sonrisa dice: "ale, pues vamos".
Se quita el abrigo y el vaquero y los pone sobre una silla, a continuación se mete en la cama a medio vestir y allí empieza a quitarse el resto.
Yo no tengo tantos remilgos así que me desnudo completamente fuera de la cama dejando la ropa en otra silla. El contacto del pie con aquel gélido suelo es indescriptible, mitad anestésico mitad revitalizante... entro en la cama y descubro que ella conserva la ropa interior puesta.

No sé por qué lo hago (tengo la sensación de que le da absolutamente igual) pero la beso, ella me lo devuelve mecánicamente, mueve la lengua como quien saborea un caramelo que ya ha olvidado que tiene en la boca... aprovecho la coyuntura para quitarle el sujetador y las bragas.

Se acurruca bajo las sábanas, no quiere asomar para nada a la superficie.
Le pregunto si sigue sin gustarle el sexo oral, me dice que no es que no le guste, lo que pasa es que la otra vez que quedamos ella no se sentía "limpia ahí"... aún así no es algo que le emocione hacer, de todos modos me comenta que hoy sí está bien limpia así que...



Así que agacho la cabeza bajo las sábanas y la hundo en su entrepierna. Para no emocionarle la cosa parece que reacciona bien, bastante bien... eso sí, cuando yo acerco mi polla a su cara ella la observa impasible, la agarra de manera rutinaria y se la mete en la boca desapasionadamente.
No tarda en soltarla, me dice que el sexo oral ni lo hace ni se lo hacen nunca, que es algo que no le va...

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Pregunto cómo quiere follar, qué postura prefiere... se queda muda y me mira fijamente encogiendo los hombros. "No sé, yo siempre lo he hecho de manera normal, el chico encima y eso..."

Recuerdo el polvo que echamos cuatro meses atrás en mi casa, ahí me puse encima y fue como hacérselo a una almohada agujereada, no pienso cometer el mismo error... "nada de misionero, hoy vas a probar alguna cosa nueva, ¿te parece?"
Alicia nuevamente se encoje de hombros, sugiero que se ponga encima, ella protesta y dice que así no mola nada, que según tiene entendido no se nota tanto... pongo fin a ese absurdo discurso poniéndome el condón y colocándola en posición.

Su cara después de "entrar" es significativa, "sí que se nota, sí", exclama.
Alicia "la Misionera" al principio se queda quieta así que yo marco el ritmo desde abajo... pero poco a poco ella se va soltando, como un niño al que sujetas la bici en el primer tramo hasta que sale disparado pedaleando él solo el resto del trayecto...
Me cabalga, gime, se muerde el labio, pega un par de gritos, se corre.

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Se tumba a mi lado, "ha estado bien", dice.
"Bueno, si te ha gustado ahora lo haremos de otra manera distinta a ver qué te parece...", comento.
"Ah, ¿pero lo vamos a hacer otra vez?", contesta, con los ojos como platos.

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Propongo hacerlo desde atrás. "No, no, eso de ninguna de las maneras, por ahí no me la metes..."
A pesar de explicarle que no pienso sodomizarla sigue sin estar convencida, pero al menos sí más receptiva, interesada en discutir la cuestión...

Se pone a cuatro patas, me sitúo a su espalda y empezamos. Al principio protesta por tener que estar sobre la cama con el frío que hace pero poco a poco la temperatura pasa a un segundo plano, de hecho ni se nota.


Por los sonidos que emite parece que la nueva postura no le desagrada... delante de mi tengo la ventana del cuarto que da a la calle, la persiana no está bajada del todo, me imagino que en cualquier momento pudiera aparecer un lugareño asomándose para espiarnos, acelero inconscientemente el ritmo, ella vuelve a gritar, clava las uñas en la almohada...
En medio del iglú comenzamos a sudar.

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Dejamos todo tal cual lo encontramos. "Mañana quizás vengan mis padres con mi hermana y no quiero que vean nada raro", me dice antes de salir.

Tiro la "basura" en un contenedor situado al lado de la casa. Subo al coche, Alicia arranca y pisa el acelerador a fondo, ahora se muestra más relajada y habladora... si el viaje de ida fue fugaz el de vuelta no lo es menos.
Me deja en una calle cercana a mi casa, todavía no es la una del mediodía.
Leo un poco, como, me tumbo en la cama y duermo una siesta de casi dos horas...

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Me despierto y veo en el móvil una llamada perdida de Susana, la última chica con la que estuve el día anterior en el garaje.
Antes de llamarla enciendo el ordenador, la veo conectada, saludo... "hey, menos mal que te pillo!!!", me contesta.
A continuación escribe que sus padres tienen una cena en el quinto pino y que se queda sola en casa con su hermana pequeña, pero que ésta se pira pronto a un cumpleaños... es decir, dispone de la casa para ella sola durante unas (mínimo tres, máximo cinco) horas.

"Podrías venirte, traer una peli o algo", concluye.

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Es la primera vez que voy a su casa. Toco el timbre a las 20:37 y me recibe en pijama. Vamos al sofá del salón, abrimos un par de latas de Mahou Clásica, ella hace zapping en la tele deteniéndose en los canales que emiten películas... en uno de ellos ponen "El Apartamento" y no puedo evitar sonreir al pensar en este blog, decido que tarde o temprano tendré que contar aquí todo lo sucedido en las últimas treinta horas.



Nos metemos un poco de mano en el sofá, lo acabamos haciendo ahí mismo, sobre algunos de esos horribles cojines que tienen impresas cursis fotografías del padre de la familia, de la pequeña de la casa...

Susana mete una pizza en el horno, la comemos viendo el final de una peli protagonizada por mi odiado Nicholas Cage... vamos a su cuarto y nos metemos en la cama, estoy un poco "dolorido" pero soy incapaz de arrojar la toalla, volvemos a la carga.

"Por suerte" la hermana da señales de vida antes de lo previsto, va camino de casa así que tengo que salir a toda prisa.

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El domingo ni siquiera enciendo el ordenador.