Hace un par de meses cambiaron todo el
suelo de parquet de mi casa y eso ha supuesto dos cosas:
- (
una buena) El resultado, estéticamente hablando, es magnífico... puedes ver tu propio reflejo en la reluciente superficie.
- (
y otra mala) Mi casa de repente "respira"... o más bien debería decir "tose".
Así es, mi hogar se ha transformado por momentos en un
Ser Vivo de lo más inquietante.
Y es que hay partes del suelo que al pisarlas emiten un ligero sonido, una especie de crujido... pero bueno, hasta ahí todo "normal".
El problema es cuando estás sentado en el sofá (o echado en la cama) y de repente escuchas esos mismos sonidos... sin que nadie esté caminando por la casa.
Desde un principio he pensado que con el suelo nuevo está sucediendo como con esas bolsas de plástico que se conservan dobladas o hechas una pelota, que al ponerlas encima de la mesa tienden a abrirse solas, lentamente... crepitando.
Aquí el pie presionaría una parte aún no del todo encajada (o apenas usada) en la nueva estructura... dicha zona se hundiría para acabar regresando poco a poco a su posición original... el rozamiento sería lento pero inevitablemente se produciría, acompañándolo a veces el ruidito de marras.
Eso es lo que (sin ninguna malicia) he pensado desde el principio.
Pero cierta noche de la semana pasada yo estaba echado en un diván del salón, leyendo, cuando a escasos metros el estruendo (como una traca) que espontáneamente produjo mi suelo fue de lo más llamativo... marcando vívidamente la secuencia de los firmes pasos de "algo"... o "alguien".

Sé que no hace falta que lo diga, pero en el salón no había nadie.
Lo que sí creo necesario comentar es el repentino
frío que invadió la habitación (sacudiendo lo que hasta el momento había sido una noche de lo más calurosa)... un frío aquel tan extraño, como efímero.
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El viernes por la noche subí a una chica a casa, no tardamos en ir a la cama... era tarde así que no puse música ni nada, silencio total.
Mientras follábamos, haciendo los coros a sus jadeos escuché un par de veces los famosos
crujidos... y más tarde, charlando en la cama, la chica se sobresaltó un par de veces al oír "
algo así como chasquidos" procedentes del pasillo (de hecho lo primero que comentó fue si yo tenía un gato)...
"
En tu casa hay unos ruiditos muy raros, eh", me dijo, tapándose con la sábana hasta los ojos.
"
Tranquila mujer –respondí-
es que han puesto nuevo el parquet y ya se sabe..."
"
Ya se sabe". Con esa enigmática coletilla se ve que conseguí apaciguarla un poco, pero no demasiado... de hecho acabó insistiendo en que mejor se iba a dormir a su casa, cosa que no le impedí en absoluto.

"
Ya se sabe, ¿no?". Por primera vez experimenté el desasosiego propio de quien se siente observado por unos ojos invisibles...
"
Y es que ya se sabe". Inevitablemente empecé a barajar posibles rostros y nombres para mis particulares compañeros de piso... y a raíz del
boicot sexual que había sufrido esa misma noche (con tanto inoportuno ruido casero), me incliné por adjudicar su autoría a un par de chicas de mi pasado reciente...
A la mañana siguiente, al igual que otras tantas ocasiones durante los cinco meses anteriores, llamé (no sin miedo) al número de una de las chicas "
sospechosas"... pero nada parece haber cambiado desde el pasado Enero cuando recibí aquel último mensaje en el que alguien de su entorno me comunicaba lo grave que se encontraba...
Sonaron varios tonos...
Silencio.
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El domingo por la noche salí con otra chica (
Marta) y durante la tercera ronda de cervezas ella se animó a sacar el tema de cierta
experiencia extraña que había tenido recientemente en su casa.
Se encontraba con una amiga un sábado noche, bebiendo con la TV puesta... de repente encontraron un canal de esos que anuncian sexo de madrugada y (entre risas) Marta sacó el móvil para, usando su grabadora, registrar uno de esos comerciales y enviarselo en un sms a su hermana, que andaba el finde fuera sola y (supuestamente) necesitada de compañía masculina...
En aquel momento no se dieron cuenta, pero a la mañana siguiente escuchando el mensaje, sobre las frases del anuncio sexual pudieron escuchar (con absoluta claridad) una
sobrecogedora voz grave masculina que decía: "
Patricia... Patricia..."
(
Así se llamaba la hermana de Marta)

Nuestra conversación acabó degenerando en un (por momentos) escalofriante intercambio de
historias para no dormir... ella recordó otros episodios inexplicables acaecidos en su casa del pueblo y yo (entre otras cosas) le conté mi situación actual de extraña convivencia con los misteriosos ruidos del suelo.
"
Con ésto que me acabas de contar no pretenderás invitarme a tu casa, ¿verdad?", preguntó...
"
¿Y si fueramos a la Iglesia de guardia por un poco de agua bendita?", fue lo único que se me ocurrió decir...
Más tarde nos despedimos bajo un soportal (se puso a llover a cántaros) y ella me aseguró que después de todo lo que habíamos hablado le iba a costar mucho conciliar el sueño... "
ya ves tío, estos temas me encantan... pero en el fondo soy una acojonada de la vida", admitió.
"
Bueno... -concluí-
...si por un casual las pesadillas tuvieran que ver (sólo en ese caso) con algo que yo te haya podido contar antes... aceptaría que me despertases de madrugada para reprochármelo..."
"
¡No dudes que lo haré!", fue su frase final antes de ponerse la capucha, besarme y lanzarse a la calle con paso ligero.
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Esa misma madrugada me desvelé bastante, me levanté un par de veces al servicio, beber agua... y en sendas ocasiones, mientras me movía por el pasillo, saludé en voz alta (por los nombres que el otro día adjudiqué) a mis supuestas
compañeras de piso.
Puse la radio, me dieron las 3, 3:30... imposible dormir...
De repente, a las 3:44, recibo un
sms... sonrío imaginando a Marta, también desvelada cagándose en mis historias de fantasmas, enviándome ese mensaje convenido poniéndome a caer de un burro...
Extendí el brazo para agarrar el móvil situado en la mesita de noche y ver lo que me había puesto...
pero el sms no era de Marta.
Un escalofrío recorrió mi espalda al ver en la pantalla el nombre de la remitente... ¡la "sospechosa" desaparecida del mapa desde Enero!
Con mano temblorosa (sin poder evitar que mi imaginación derrape), tomé aire y pulsé la tecla que muestra el contenido... un escueto (y maravilloso): "
¡He vuelto!"
Una sospechosa menos...
Scissor Sisters - Invisible Light from CANADA on Vimeo.