miércoles, 13 de agosto de 2014

TÉ VERDE - "se la vi"

El primer día que quedé con Anabel fue como ir a la consulta del médico: larga espera (en lo que ella encontraba sitio para aparcar), conversación aséptica, narración esquemática del historial, empatía fingida... y tras la despedida (no intenté nada con ella) vuelta a casa con la sensación de no haber encontrado cura para el "ardor" que me afligía.

Para mi sorpresa al día siguiente me escribió unos mensajes por skype tan curiosos como entusiastas. Me dijo que se lo pasó genial, que fui una muy grata sorpresa, que el tiempo se le pasó volando... tan solo le pareció extraño que no le pidiera el número de teléfono. "Como no me lo pediste pensé que no querrías volver a saber de mi", dijo.

"No te lo pedí porque no suelo ir intercambiando teléfonos hasta tener la suficiente confianza, soy muy celoso de mi intimidad, ¿sabes?", improvisé... y al parecer se lo tragó.
"Espero que aparte de ese detalle sin importancia -proseguí- no echases nada más en falta..."
"Jajaja, nooo, ¿y tú?", responde. Decido tantear el territorio: "Quizás haberme acercado un poco más, te sentaste enfrente y desde ahí no pude olerte..."
"Si no lo hiciste será porque no quisiste", sentencia con un icono sonriente de esos que sacan la lengua fuera.

¿Habíamos asistido Anabel y yo a la misma cita? ¿Mi sentido arácnido ha dejado de interpretar las señales... o acaso todo lo que para mi fue plano y aburrido para ella resultó excitante?
Me fui pronto y de manera algo brusca, no sé... quizás ella se quedó con ganas de más, ¿mi repentina espantada le generó expectativas? Maldita psicología inversa.



Las nuevas señales parecían más evidentes (e interpretables) y ni siquiera tuve que plantearme el dilema moral de querer realmente quedar o no con ella por segunda vez, ella misma fue quien lo propuso... yo me limité a aceptar.

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Quedamos a la entrada de un centro comercial, junto a la administración de loteria. No me siento optimista con la cita así que adquiero un boleto de la primitiva. Hacia un lado u otro de la balanza la suerte deberá estar echada.

Vamos a un bar discreto, ella no oculta su entusiasmo durante la primera media hora, habla sin parar: anécdotas de su infancia en Irún, historias de cuando iba de público a ciertos programas de televisión, las horas de cola que hizo una vez en el Carrefour para que Sergio Dalma le firmara todos sus discos...

Algo que dice me da pie a arrimarme, me siento a su lado. "¿Por qué te pones aquí?", exclama.
"Para olerte mejor", susurro con voz de narrador de documentales de la2.

Olisqueo su pelo ("¿A que huelo bien? Es aroma de té verde", proclama) y ella suspira acercando su cabeza contra mi cara... se la giro para besarla y de repente me pega un (suave) coscorrón en el pómulo.
"No, no me beses, no me gusta... los besos no me gustan", suelta.
"Vale -intervengo, llevándome la mano a la cara- pero no hace falta que me sueltes un cabezazo..."

Anabel se disculpa pero insiste en que no la bese: "Besos no, me cuesta mucho, no me gusta, mucho menos el primer día, no... es que no me gustan los besos"
"No es el primer día", corrijo.
"Ya bueno -retoma el hilo- pero es que no me siento cómoda besando, no me sale, no me gusta, nunca lo hago... pero abrázame, acariciame, eso sí me gusta"



Alucino. ¿Acariciarla? ¿Abrazarla? ¿Hasta dónde alcanza la frontera? Decido salir de dudas a las bravas, invadiendo.
Pongo mi mano sobre sus muslos y se los acaricio primero por fuera y después por dentro. Según me acerco a su entrepierna me detiene... pero se inclina sobre mi, pone mi brazo alrededor de su cabeza y se "recuesta", deja caer todo su peso muerto, su melena invade mi cara... mi mano renuncia a sus muslos y la dirijo discretamente hacia su pecho... primero por los laterales, metiéndola por el hueco de su camiseta, desplazando el sujetador, pero cuando estoy a punto de tocar el pezón se revuelve y me lo impide.

Me hace un poco de daño porque no se limita a estar echada "sobre" mi, es que la cabrona se aprieta "contra" mi... decido tirar de la palanca de emergencia: "¿Tú no me acaricias a mi?", pregunto.
"Vale -contesta- ¿cómo quieres que te acaricie?"
Agarro su mano y la pongo sobre mi muslo y empiezo a guiarla hacia arriba... ¡premio!
Se suelta y se incorpora, por fin puedo respirar.

"No lo estropees por favor", suplica.
"¿Estropear el qué?", pregunto conteniendo la risa con una mueca mal disimulada.
"Sí que te ha dado fuerte conmigo eh -pasa al ataque- ¿cómo es que te gusto tanto? A ver, dime, por qué te gusto???"
No sé si aguantaré, mi boca comienza a soltar irreflexivamente las primeras chorradas que me vienen a la mente: "pues porque eres muy agradable, creo que hemos conectado, eres pelirroja..."
"¿Pelirroja? ¡Pero si soy castañaaa!", protesta.
"Vale, vale, me has pillado, la verdad es que... es ese perfume que llevas, el té verde... me mata", uff, estoy desvariando... será mejor que me levante y pida la cuenta.
Sugiero a Anabel que llegado este punto deberíamos dar por terminada la velada pero ella no lo permite.

Me pregunta si quiero irme porque no me ha dejado besarla, contesto que no, que más bien es por un poco todo en general, que llegado el momento de intimar lo hacemos de manera diferente y no creo que seamos compatibles.
"Ya -insiste- es porque no he dejado que me beses ¿verdad? Es que lo siento pero no me gusta besar, no sé, me cuesta mucho... pero deberías respetarlo y tener un poco de paciencia ¿no crees?"

"Que no Anabel, ya te he dicho que no es eso así que créetelo, hemos tenido un par de charlas agradables pero en el aspecto físico creo que no sintonizamos, sin más... además, ¿yo debo tener paciencia y esperar que algún día me beses? Yo no puedo estar relacionándome con una chica X tiempo sin besarla, respeta tú eso también... vamos en direcciones distintas, punto. Ya somos mayorcitos así que no debe haber ningún mal rollo..."
"Contestame con sinceridad -interrumpe- ¿vas a querer volver a quedar? Yo es que estoy super a gusto contigo y me da rabia que por no haberte dejado besarme no quieras volver a quedar..."



Decido seguir la via diplomática: "Mira Anabel, no te lo tomes a la tremenda, tengo que pensarlo ¿vale?... esta situación no es muy normal pero ese  tipo de decisiones es mejor no tomarlas en caliente asi que ya vamos hablando, ¿de acuerdo? Ahora vamos a pagar que tengo que pillar el autobus..."
Vuelve a interrumpirme, me aprieta el brazo: "¿Ves? No sabes la rabia que me da... y todo por no haberte dejado besarme, pero es que no me gusta, no puedo, no lo hago nunca... no vas a querer verme de nuevo ¿verdad? Dimelo, no quieres ¿eh?"

Mi mueca se hiela. "¿Tú no escuchas nada de lo que te digo? Estoy tratando de ser educado, Anabel... y tú no quieres ni entender ni aceptar las cosas como son. Sigue insistiendo por ahí y te acabaré diciendo que no quiero saber nada más de ti, que parece que hasta que no lo diga no vas a parar... ¿es esa la clase de despedida que quieres? Deja de flagelarte mujer que aquí no hay culpables, ni buenos ni malos"

"Jo, es que me da rabia porque me caes genial y estoy super a gusto contigo... y por una bobada como la de no dejarte besarme mira, ya no vas a querer saber nada de mi... pero es que no puedo, no me gusta..."

"Hasta aquí Anabel, voy al servicio... cuando regrese nos vamos"

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Ni siquiera tengo ganas de mear, simplemente necesito silencio, respirar hondo y contar hasta diez para poder despedirme de Anabel de manera civilizada. Que hubiera una pistola escondida en el retrete, como en "EL PADRINO", tampoco habría estado mal...

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Salimos. Ella tiene el coche en el parking del centro comercial, me dice que me lleva hasta casa, que no le importa... pero rechazo la oferta. "Te desviarías demasiado y creo que es mejor despedirnos aquí".
Anabel asiente pero a continuación insiste en acompañarme a la parada y esperar hasta que llegue el bus.
Seis minutos de espera marca el electrónico de la marquesina, seis minutos eternos.

Anabel se cuelga de mi cuello, me abraza apretando su barbilla contra la parte superior de mi camiseta, me mete los pelos por la boca y los ojos... "¡No sabes cuánta rabia me da! Me caes genial y estoy muy a gusto contigo pero ya ves por la chorrada esa del beso ya no quieres volver a verme, porque lo sé, sé que no quieres volver a quedar conmigo... ¿o sí? ¿Me lo vas a decir?"
Intento zafarme de ella pero no puedo, eso no es un abrazo, es una llave de judo...

"Mira, ya es suficiente, deja de darle vueltas. No pienso discutir más, creo haberme expresado con absoluta claridad... pero si crees que ha sido por lo del beso pues allá tú, déjame por favor, que creo que el bus ya está parado en el semáforo de la rotonda..."
De repente Anabel levanta la cabeza como una serpiente y me da una especie de pico con los labios apretadísimos. Uno de los peores (si no el peor) beso que me han dado en la vida.
Media décima de segundo después de hacerlo vuelve a tener el rostro hundido en mi pecho. Anabel es un llavero de metro setenta de estatura.



"Ahí tienes, ya te he besado, ¿estás contento? Era lo que querías..."
"No Anabel, no te has enterado de nada, yo no quería "eso"... y mucho menos "esto"... yo no puedo estar así ni un minuto más"
Creo que me da otro pico pero no estoy seguro de ello, es un gesto tan veloz y gélido que me retrotraigo a los primeros besos de niño en aquellos juegos de cumpleaños cuando te tocaba hacerlo con quien no querías...

Me libero de su marcaje con un ligero empujón, el bus aparca, abre sus puertas y me despido de Anabel con la mano, ella me observa desde la marquesina con gesto aturdido.
Me siento sin mirar más a la calle, conecto mi MP4 y durante los siguientes veinte minutos que dura el trayecto solo pienso en las canciones que suenan a través de mis auriculares y en lo que me pondré de cena en cuanto llegue a casa.
Eso sí, la camiseta me apesta al puto té verde...

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Al mediodía siguiente me envía un correo preguntándome si querré volver a quedar con ella. Contesto educadamente que es mejor que no nos veamos más y le deseo una feliz semana, etc.

Me contesta lo siguiente: "Buenos días, esto ya me lo esperaba, lo que no entiendo por tu parte, fueron los últimos abrazos que me distes en la parada del bus, e incluso te di dos picos, porque en ese momento, me salieron, aunque se que no te gustaron, ¿a que vinieron esos últimos abrazos tan intensos?. Que querías hacerme daño.

Yo me deje abrazar y acariciar, porque tu también me gustabas y ya te lo dije y estuve súper agusto, pero como te dije aunque yo soy muy cariñosa el besar en la boca, me cuesta mucho y yo no te abrace ni te acaricié tanto como hubiese querido, ya que estaba algo cortada, porque aunque sabia y ya te lo dije que iba a ocurrir, no me esperaba esos cariños tan intensos. Que nuevamente te digo me encantaron.

Pensé que me darías otra oportunidad, pero bueno como dicen los franceses se la vi.
Chao."

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Por si alguien lo dudaba, en el sorteo de la primitiva de esa semana me tocó el reintegro.


22 comentarios:

Me, Myself and I dijo...

Que agonía con esta mujer!!! Bastante aguantaste!! Olor a té verde? mmm no es un olor que me agrade..En fin, como siempre, entretenida entrada :) beso

Telma dijo...

Jajajaja está lleno de gente rarísima!! Que no le gusta besar? Jajajaja y cree que es una bobada... Menuda suerte tienes tú con las chicas jajajaja

Besos!

Pio dijo...

Venga va, en serio??? Qué no le gustaba los besos?? mira que yo soy poco cariñosa, pero eso, yo que se es lo normal, no?? inofensixo
De verdad que encuentras a cada tia que es para darle de comer aparte. Quería algo pero no sabía que, pero esperaba mucho de ti, ainss en fin. Lo del email de después me ha dejado muerta XD

Besets

Mr. Rific dijo...

ME, MYSELF AND I: Y es la versión resumida, porque cada frase que yo decía caía en saco roto y ella vuelta otra vez a lo mismo!!
El olor no es que fuera desagradable pero a partir de ese incidente lo he incorporado al museo :)

TELMA: Llegó a decirme "pero tú que te piensas, ¿que nos vamos a ir a la cama hoy mismo?"
Y yo: "Imposible, ¿cómo voy a pensar en follar si no tan siquiera nos hemos besado?"
Fue todo un hallazgo, sí XD

PIO: Lo del email demuestra que esa chica aparte de padecer sordera selectiva vive en un universo paralelo al más puro estilo "Fringe".
Mis cariños tan intensos... puro matrix.

MOANA dijo...

Me parto de risa, te lo juro, yo creo que esta ha sido de las citas mas tremendas que nos has contado hasta ahora, que ya es decir!!. Cómo te arreglas para mantener las formas??? A mi se me escaparía alguna carcajada con total seguridad, fijooooo!! Pero lo peor de todo es esa fijación obsesivo paranoide que le entraba a la chica de que todo tu posible rechazo se debía única y exclusivamente al beso imposible. "Soy la mujer 10 salvo en el pequeño detalle de que no me gusten los besos".

Algunos de tus ligues serían el sueño de estudio de muchos psiquiatras, segurísimo. Pero qué buenos ratos me haces pasar con tus historias!

Hoy es mi último día de trabajo. Me cojo quince días en los que procuro desconectarme de todo y me marcho al sur a secar, como los chorizos, así que me despido hasta septiembre. Besos corazón!!

Mr. Rific dijo...

MOANA: A todos nos han rechazado alguna vez pero se ve que Anabel no es muy espabilada a la hora de encajar la caida del telón, no sé qué tal le habrá ido antes de conocerme pero imagino que yo tan solo seré una gota en medio de un delirante océano sentimental.
Disfruta de las vacaciones y de la desconexión, yo bajaré al sur en Septiembre así que pierde cuidado, otros te espiarán pero no seré yo!! :)

MOANA dijo...

Ojalá fueras tu!! Seguro que sería la bomba jajajaja... Cuídate mucho y no dejes de escribir alguna que otra historieta antes de irte!! Pásatelo genial y a la vuelta ya nos cuentas. Besos mil.

Mr. Rific dijo...

MOANA: Para otro año entonces compraré el catalejo!!!
El verano es una época extraña en la que tanto la pereza como la inspiración aumentan... y es muy difícil ponerlas de acuerdo. Pero lo intentaré :)

Libra dijo...

ajajajjaj joder, como me he reído. Seguro que a ti no te hizo tanta gracia!!
Esta chica necesita ayuda profesional.

En fin...

Mr. Rific dijo...

LIBRA: Más que ayuda profesional yo creo que lo que realmente necesita es un poco de práctica... a pesar de no ser ninguna niña estaba más verde que el famoso té ;)

Unknown dijo...

Que cabrón! Te has especializado en el nicho de las locas, y a los demás solo nos has dejado el 10% restante de las mujeres.

Mr. Rific dijo...

TORPE MÁN: ¿10%? La última cifra publicada por Harvard era distinta, habrá que investigar más a fondo... yo aporto mo granito de arena pero acepto pasarme al otro lado del porcentaje en cuanto se tercie ;)

Anónimo dijo...

Jajaja madre mía, de estas raras me han tocado bastantes veces. Debo de tener alguna tara que hace que me huelan.

Enhorabuena por el blog, seguiremos atentos a tus historias.

Adriano dijo...

Uf uf uf, vaya pesadilla!!!

ivan dijo...

Riffic,

Yo también odio esa puta colonia.

¿Hasta que punto nos compensa jugar partidos así? Yo he llegado a estar en el dique seco, sin ver portería y no echarlo de menos por experiencias como esta.

Un abrazo

Mr. Rific dijo...

ANÓNIMO: Bienvenido al Blog y al club de la Tara ;)
Te ruego aceptes la tradicional Fanta de recibimiento, cortesía de la casa... nos vemos por aquí.

ADRIANO: Otro viaje más en el pasaje del terror blogafantista...

IVÁN: Yo no odiaba ese aroma pero a partir de aquello no lo tengo entre mis preferidos. Es cierto que entre la NADA y citas como esta no hay gran diferencia, pero me quedo con las risas posteriores y el elemento antropológico ;)
Buen verano!!

La Maripili dijo...

"se la vi". Un gran, gran final.
Es la mejor historia que te he leído en meses!!! jejejeje ostras...es que es taaan real. Debo decir que al principio he creído reconocerme en la chica, cuando cuando ella comenta que la cita está siendo buena y sin embargo tú piensas lo contrario. Pero luego, cuando se ha confirmado que la pava estaba "pa'llá" he dejado de ver mi reflejo ;)
Eso sí, no puedo dejar pasar echarte la bronca.....: "un llavero de metro setenta"?????!!!!!! perdona, pero las chicas de metro setenta (o sesenta y ocho) no somos para nada llaveros, vale? ;)

Mr. Rific dijo...

LA MARIPILI: Llavero porque se colgó de mi, ojalá hubiera sido más bajita para no hacerme daño en el cuello ni impregnarme entero de aquel aroma tan fuerte... :)
Efectivamente usted no está nada "p'allá", su fidelidad a este blog tras tantos años de altibajos (míos, no suyos) lo demuestra ;)

La Maripili dijo...

Jo, venga!! entre Iván y tú, estáis hechos los follaores de la blogosfera, aunque sólo sea por matemática y estadística pura, os corresponde al menos 1 loca de cada 5 mujeres. No sería justo que las que "picamos"poco nos toquen muchos locos y los que picáis mucho, no os toque ninguna

Mr. Rific dijo...

LA MARIPILI: ¿Follador de la blogosfera? Suena a Master del Universo made in Hong-Kong... seguro que a Iván se le dan mejor esas cosas, yo en el fondo soy un sentimental :)
Por cierto, ¡no subestimes el poder de la estadística!

Anónimo dijo...

Con el gustito que da que te empotren contra la pared y te coman toda la boca... y mas alla!!!... me pregunto con qué manchaba esa pava las bragas!!???

Mr. Rific dijo...

ÁNÓNIMO: Tu ideología me gusta más que la de la prota de esta entrada, dicho lo cual no tengo respuesta para la pregunta que planteas, quizás sus bragas regresasen a casa en el mismo árido estado que salieron... desde luego poca sangre corría por aquellas venas!!!