Al lado
de la pista había un edificio donde se impartía una disciplina
universitaria mayoritariamente poblada por chicas... a veces se nos iba
la vista hacia aquellas ventanas y en no pocas ocasiones descubríamos a
algunas alumnas asomándose, espiando las incidencias de nuestro juego.
Una
de aquellas mañanas de viernes en esa facultad celebraron la fiesta
anual, nosotros no lo sabíamos y fuimos a jugar igualmente... por suerte
éramos madrugadores y el sarao comenzó justo cuando estábamos dando las
últimas patadas al balón.
Un montón de alumnas ocuparon la zona deportiva y montaron unas barras, una hora después aquello estaba abarrotado.
Mis
compañeros y yo decidimos quedarnos un rato a tomar algo, sin más
pretensiones, de hecho íbamos vestidos en plan cutre (yo llevaba mi
viejo pantalón de deporte de la época del instituto y una célebre
camiseta blanca de propaganda de Fanta Naranja) y tras dos horas
dejándonos la vida en la cancha no olíamos precisamente a rosas...
Tras
la sesión deportiva los cachis de cerveza entraban solos, los
cigarrillos también. Yo conocía a una de las alumnas y estuvimos
hablando un rato con su grupo de amigas... todo iba normal hasta que una
de ellas empezó a tontear conmigo: "¿vosotros sois los que venís a
jugar todos los viernes no? Me he fijado en ti de vez en cuando, me has
llamado la atención, es curioso... no pareces español"
Contesté
que me parecía genial que se hubiera fijado más en mi exótico aspecto
que en mi forma de jugar... se rió y pedimos un cachi para los dos, nos
sentamos en el césped y pasamos la siguiente media hora juntos hablando,
bebiendo y fumando.
De repente ella se me
arrimó bastante, fue entonces cuando caí en la cuenta de que mi aroma
corporal era más "intenso" de lo deseable... se lo advertí, avergonzado,
pero a ella no pareció importarle, de hecho (jamás olvidaré ese gesto)
acercó su nariz hacia mi cuello y aspiró con fuerza.
Ni
siquiera esa demostración de buena voluntad me hizo sentir a gusto, me
excusé un segundo para ir al meadero pero en vez de ir a los arbustos
del fondo (donde todos los estudiantes guardaban fila) me colé en la
facultad para acceder a los lavabos y asearme mínimamente.
Me
lavé todo lo que pude, ya me encontraba bastante mejor, pero había algo
contra lo que no podía hacer nada: la cantarina camiseta sudada de Fanta.
Regresé
al lugar del jardín donde esperaba la chica, a su lado estaban la otra
que yo conocía y dos más, cotilleando qué tal iba la cosa conmigo, en
cuanto llegué disolvieron la manifestación entre risas.
Volvimos
a arrimarnos, de hecho pasamos otra hora y media más juntos bebiendo en
aquel jardín... ya llegaba la hora de comer y toda de panda iba a ir a
un Telepizza cercano, me preguntaron si me unía a la expedición pero
decidí aprovechar ese "tiempo muerto" (la transición entre el botellón y
la comida) para ir rápido a mi casa (yo vivía bastante cerca), quitarme
la puta camiseta de Fanta, darme una ducha rápida y vestirme en
condiciones para seguir celebrando el santo patrón universitario de
aquella facultad ajena... y todo lo que ello conllevara.
Cuando
dije a la chica que me iba me despidió con un pico, ya iba bastante
tocada... no sé si fue un gran error de cálculo abandonar la escena en
ese preciso instante o si intervino la Divina Providencia; el caso es que mientras yo
me acicalaba en casa ella sufrió un súbito bajón al sentarse en el
telepìzza, para cuando yo llegué ya había vomitado dos veces y una de
sus amigas se disponía a acompañarla a casa.
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Los siguientes viernes, jugando al futbito en la pista, miré varias veces hacia las ventanas por si la veía... pero nada.
Un
mes después me encontré con su amiga en un bar y me dijo que (en caso
de verla) mejor no me acercase a la otra chica, que estaba muy
avergonzada de lo ocurrido conmigo el día de la fiesta. Por lo visto lo
había dejado con el novio esa semana y estaba dispuesta a correrse una
buena juerga para olvidar... pero sin el resultado esperado, de hecho a
los pocos días dio marcha atrás y volvió con el novio.
Recuerdo
que el siguiente partido, sin la distracción de la ventana, marqué dos
goles, uno de ellos el único que he metido en mi vida de cabeza.
Y luciendo la profética camiseta de Fanta, por supuesto.
14 comentarios:
Renegaste del Fanta...:\ Por eso la mala suerte...o quizas era buena? A saber...
ME, MYSELF AND I: Renegar jamás!!! De hecho con el paso de los años, desde el punto de vista meramente "fantista" del suceso, creo haber perseverado :)
Bueno....siendo asi pues se te perdona ;)
ME, MYSELF AND I: La pena no conservar la camiseta, con ella podria haber ilustrado mejor la entrada... o haberla colgado en lo alto del pabellon estilo Hall of Fame :D
¿Tú metiendo un gol de cabeza? ¿Abandonando la escena del crimen a media faena con la víctima a tu merced? Aaaanda yaaaaaaaaaa!!! jjajajaja :P
ADRIANO: Ambas cosas son rigurosamente ciertas... y vintage!!! ;)
También es mala suerte!! El destino estaba claramente en tu contra y a favor del novio de la chica. Ella se hubiera podido desahogar contigo de lo lindo y tu la hubieras podido consolar placenteramente jejeje... pero la suerte ya estaba echada... cachissss...
MOANA: ¿No crees que la camiseta de Fanta tuviera algo que ver.con el fatal desenlace?
Destino aparte, ligar con aquel atuendo habría sido casi "milagroso"... En fin, estar "abierto 24 horas" conlleva ese tipo de riesgos :)
Aunque la mona se vista de seda..., pero si pudieras volver atrás, te marcharías a acicalarte una vez más o te quedarías y evitarías que se tomara ese último cachi de cerveza. Qué dudas!
CLEVELAND: Mi yo actual habría evitado el último cachi y la habría intentado convencer para ir juntos a escondidas a los.servicios de la.facultad... Pero.claro, yo ahora hago deporte con camisetas de propaganda de bourbon y eso también implica ciertos riesgos ;)
No creo que la camiseta tuviera nada que ver. A la chica se la veía de lo mas motivada contigo a pesar de ella o incluso precisamente por ella. Lo de acercarse al cuello y olisquearte encantada con el aroma lo confirma. A mi personalmente me atrae poderosamente y me resulta el más poderoso de los afrodisíacos, el olor corporal de ciertos machos. Ojo!! Igual que el de otras personas me repele sin remedio!!
MOANA: El tema de los olores da mucho juego y es una auténtica lotería... Yo tampoco soy inmune a ese tipo de señales, eso sí, lo que tengo claro es que para mi las chicas cuanto más perfumadas "artificialmente", peor.
Algunas personas (chicos tb) aparecen envueltas en una nube y no lo llevo nada bien
Iba a poner que una retirada a tiempo es una victoria... Pero en realidad, no sabemos cómo hubiera terminado la historia...
TELMA: Confieso mi predilección por este tipo de historias "inconclusas", será porque son las más habituales a lo largo de mi vida.
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