Hace poco más de dos años, volviendo en el bus urbano procedente del estadio tras un partido, se me puso al lado una chica muy guapa luciendo sonriente la bufanda de mi equipo.
Me puse a hablar con ella. La conversación apenas duró diez minutos, no sé de lo que hablaríamos (seguramente comentamos las mejores jugadas del partido) pero sí recuerdo que al despedirnos le pregunté si el siguiente domingo iría a la ciudad donde nos tocaba jugar, que el club preparaba un desplazamiento masivo de aficionados, etc... y me contestó que sí tenía pensado ir.
"Nos vemos allí entonces", dije, bajando en mi parada.
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Al final el desplazamiento no fue tan masivo pero sí se pudieron llenar unos pocos buses. En uno de ellos monté junto a un par de colegas a las ocho de la mañana... aún con la tajada del sábado noche a cuestas. Imposible dormir, el "jolgorio" habitual de esos viajes impide descansar, las latas altas de Kronenbourg que de repente sacó Juan Carlos de su mochila hicieron el resto...
Nuestro partido era a las doce del mediodía, no teníamos margen para hacer una previa en condiciones así que fuimos directamente a un bar/hotel situado al lado del estadio a tomar "lo que nos diera tiempo".
Allí, al fondo del local, vi sentada en un taburete a la chica del autobús. Miré el reloj, las once y cinco, chungo chungo, pero no imposible... agarré mi pinta y me acerqué.
No recuerdo nada de lo que hice o dije a aquella pobre chica (es la típica historia que cuentan mejor el par de amigos presentes, aunque con el paso del tiempo hayan añadido tantos adornos delirantes que no sé si queda algo de cierto en ella), pero a modo de resumen diré que la entré bastante a saco sin darme cuenta de que a pocos metros estaban sus padres, abuelos, tíos (un grupo de domingueros tranquilotes que fliparon en colores con mi actuación)... y también su novio.
Ahí fue cuando me di cuenta de que lo que estaba haciendo era lamentable, porque el novio tenía una cara de crío impresionante, así que si el novio tenía (¡como mucho!) dieciocho años... ella tendría... ¡uff!
Un par de segundos antes de que los domingueros dieran el primer paso para rescatar a la acorralada doncella, yo plegué velas y regresé a la casilla de salida donde mis amigos llevaban un rato descojonándose a mi costa.
Dicen que los hooligans son gente que allá donde van sólo buscan montar jaleo o pelear... no es del todo cierto, hay una acepción segregada y menos radical del concepto que incluye a tipos que simplemente pretenden follar.
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Hace poco hice otro viaje con mi equipo, un desplazamiento idénticamente inhumano subiendo al bus tras haber dormido apenas dos horas, a mi lado un fulano soplando una trompeta, tres filas atrás el del tambor, cánticos atonales con rimas asonantes...
El bus hizo la parada de rigor en una estación de servicio pero lejos de ser una tregua, tuvo cierta gracia añadida.
Pedí un café americano y me senté en una de las mesas con las manos en la cara, ojeroso y hecho mierda... levanté la vista y descubrí en la mesa de enfrente a un grupo de gente que me miraba fija y silenciosamente, con la gravedad propia de un pelotón de fusilamiento.
Les miré uno a uno y no me sonaban de nada, hasta que llegué al extremo de la mesa y reconocí a la chica que abordé en aquel viaje de 2011, escoltada por la cuadrilla dominguera y agarrando con firmeza el brazo de su lozano noviete.
Después en el bus descubrí (antes no me había dado cuenta) que la parejita estaba sentada justo delante de mi. Se pasaron el resto del viaje besándose y proclamando su amor a los cuatro vientos.
Me giré y pedí a uno de los peñistas que me pasara el tambor, la trompeta o lo que tuvieran más a mano... de repente me entraron ganas de improvisar una serenata.
19 comentarios:
La verdad es que tiene su cierto morbíllo esto de poder conseguir algo con alguna chica en los trayectos del bus. A muchos nos habrá pasado alguna vez por la cabeza esa fantasía de poder montártelo en los asientos traseros con el pibón que entró en tal parada.No dejas de mirarle el culo con disimulo cuando está entrando, y cuando se baja más de lo mismo.
Pero a lo mejor, ella también está ojeando tu paquete cuando crees que está buscando algo en su bolso, jejejeje.
Un saludo compi.
GULLISEX: Me temo que la realidad es más vulgar, aquella chica no me miró el paquete ni una sola vez... quizás sus acompañantes sí, para tener claro donde estamparme un buen rodillazo llegado el caso :P
Jajajaja. Me he reído un montón imaginándote en escena, primero el despliegue de medios con todo ese montón de público alucinando (o descojonandose) y después un walking dead en toda regla.
Feliz lunes, Rific. El mío lo has alegrado, jeje.
Besicos
Si es que a los estadios hay que ir a lo que hay que ir, a ver el partido.
Pero... no seria que te queria dar celos...aunque se le quitarian las ganas al primer toque de trompeta
LAURA: Aunque lo hubiera yo no era demasiado consciente del público alrededor... de todos modos tengo que plantearme esos viajes con más calma, que lo de ir de (casi) empalmada es algo para lo que ya no tengo físico ni aguante :P
AQUELLO NOERAYO: Más que darme celos creo que sus arrumacos eran una maniobra disuasoria... hace 2 años comprobó que me daba igual lo acompañada que estuviera, para esta ocasión lo dejaría más claro si cabe, ¡más claro imposible! :)
Jajajajaja, bravo, esta historia me ha parecido fantásticamente patética. ¡¡Ay las hormonas!! Si es que el fútbol levanta todo tipo de pasiones, claro que sí ;-)
RITA: Muy potente sin duda ese cocktail compuesto por fútbol, libido y alcohol... pero en esta ocasión me limitaré a poner sobre la mesa (a tu disposición) la tradicional Fanta (cortesía de la casa) para darte la bienvenida al Blog :)
Jajajaja, me encanta tu falta de escrupulos.
La de polvos que me he perdido por tenerlos...
Muy entretenido. Me gusta tu blog.
Saludos desde: www.malagasensual.blogspot.com
TORPE MÁN: Nunca es tarde para dejar los escrúpulos y la vergüenza a un lado... desde que yo me olvidé de ellos confieso que he sido más feliz ;)
MALAGUEÑO MORBOSO: A ver si algún año me subo en un bus de las peñas hacia Málaga y "disfruto" de aquella tierra :)
Bueno, lo cierto es que vergüenza siempre he tenido más bien poca.
Sin embargo, no hay que interpretar la última frase de mi anterior comentario como un arrepentimiento.
En mi caso, ciertos escrúpulos adquiridos educacionalmente me han cuasado algunas frustraciones en momentos puntuales, pero una vida altamente satisfactoria y feliz a largo plazo.
Digamos que ha sido una inversión a largo plazo con ciertos pequeñisimos sacrificios que me está resultando muy rentable.
Tal como me prometieron quienes me dieron esos valores.
¡Joder, ha parecido un sermón en una secta!
Lo que si he aprendido con el tiempo es a ser más abierto y respetar otras formas de vida (extraterrestres o conductuales)
TORPE MÁN: Yo tampoco pretendía sermonear, sobre todo por el tema de los "escrúpulos" que es tan personal y cada uno los vive a su manera, yo me he acostado con chicas que muchos amigos míos dirían "yo ni de coña"... y el caso es que no me suelo arrepentir de haberlo hecho.
Lástima que chicas como aquella del autobús no piensen como yo y me lleven al huerto sin miramientos :P
Hooligan of Love!!! jjajajajaja
Muy bueno,
pero me gusta más pensar que el final de la historia es...se abrazaba a su novio pero colaba a Rific un papelito con su número de teléfono en el bolsillo trasero de sus vaqueros de fiesta.... continuará...
Qué pava!!! Yo era así de boba. Luego acabas con quien no debes y toca deshacer el entuerto y vivir lo que no has vivido.
BSS
Blanca
ADRIANO: Tienes que poner música a esa frase, es un estribillo realmente fucker :P
BLANCA: Pues con tal de evitar que alguien acabe con quien no debe, merecería la pena cambiar el final de cualquiera de mis historias.
Espero que tu entuerto se deshiciera bien, en caso contrario mi bolsillo trasero siempre tiene hueco para cualquier papelito!!! :)
...vivir lo que no has vivido.
Siento meterme en asuntos ajenos, pero, ¿es un pensamiento un poco negativo, no?
Conozco una persona cercana que piensa lo mismo, y lleva una temporada viviendo lo que cree que en su momento se perdió por elegir otra opción, pero de manera desenfrenada como si quisiera recuperar años en semanas.
No parece más feliz, así que acelera el ritmo, y sigue sin mejorar la cosa.
Blanca, yo lo plantearía de la siguiente manera. Si tu acabaste con esa persona fué porque en su momento había muchas más cosas positivas que negativas, y probablemente muchos momentos buenos.
Partiendo de esa base, todos cometemos errores o simplemente van cambiando las circunstancias.
Has vivido una etapa, con sus momentos buenos y malos, y ahora inicias otra con lecciones aprendidas. Todo son ventajas.
Pensar que se ha estado perdiendo el tiempo, y que hay que intentar recuperar opciones descartadas en el pasado le lleva a uno a vivir frustrado, aún no tenemos máquinas para volver atrás en el tiempo.
TORPE MÁN: Si bien es cierto que uno acaba con alguien pq en su momento se vio algo bueno (o simplemente te ciegue alguna pasión), yo comprendo perfectamente lo que dice Blanca.
Además hay muchas maneras de recuperar ciertas cosas o sensaciones, no necesariamente tiene que ser a lo loco desmadrándote.
No obstante, en mi caso, después de cierta traumática ruptura regresé al mercado con unas ganas e ímpetu renovados, corregidos ¡y aumentados!
Ahí sí hubo desmadre y oye, fui feliz :)
Estoy de acuerdo en que tras una ruptura jamás hay que negar lo bueno que haya habido, aún así a veces sí se pierde o desperdicia el tiempo en ciertas compañías...
Si has aprendido una valiosa lección, ha sido tiempo bien invertido.
No pienses en el tiempo que has desperdiciado, sino en todo el que has ganado en el futuro con tus nuevos conocimientos...
Fdo. El pesao.
TORPE MÁN: Ambas cosas son ciertas y no deben verse como opuestas: de los errores se aprende y da por culo haber perdido el tiempo (sobre todo si es mucho) viviendo un (por muy bien decorado que estuviera) espejismo :)
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