jueves, 20 de enero de 2011

Hasta la Vista... Baby

Vi por primera vez a Elizabeth aproximadamente hace un par de años, en primavera.
Fue en la famosa fiesta que tuvo lugar en casa de Saúl y ella era la única desconocida dentro del grupo: vino acompañando a Ernesto, ambos se habían conocido un mes antes en unas oposiciones en Madrid... ella era de la otra punta del país y había encontrado trabajo en mi hostil ciudad, no conocía a nadie salvo a Ernesto y él se había ofrecido a "presentarle gente".

Aquella noche yo había recibido una noticia curiosa/traumática y me estaba poniendo morado a gin-tonics para digerirla, apartado en una solitaria esquina de la casa... pero por desgracia mis amigos no son precisamente un prodigio de hospitalidad así que cuando reparé en la pobre Elizabeth descolgada (mirando el reloj más de la cuenta) sin nadie que le hiciera caso, me acerqué a hablar un poco con ella.
De dicha conversación apenas recuerdo cuatro cosas, pero nos caímos muy bien desde el principio: compartíamos exóticos gustos musicales, marca de cigarrillos...
...ambos teníamos pareja y juraría que no hubo nada de tonteo.

El caso es que de todos los asistentes a la fiesta (más de veinte) Elizabeth sólo recolectó mi teléfono... y no tardó en usarlo.


Solíamos quedar cada diez o quince días aproximadamente, nunca en fines de semana (ella prefería quedarse en casa hablando por skype con su novio), por las tardes cuando yo salía de currar.
Tomábamos cantidades industriales de cerveza negra y entre pinta y pinta (los ceniceros a rebosar) manteníamos conversaciones maratonianas en las que nos contábamos absolutamente todo... nos abríamos el uno al otro de un modo crudo, haciéndonos confidencias que probablemente ocultaríamos a otros amigos aparentemente más íntimos.

Por aquel entonces vino a mi ciudad un conferenciante que ella adoraba pero las invitaciones para verlo estaban agotadas... me convertí durante un tiempo en "su héroe" al llevarla a aquella sala en la que no cabía un alfiler y colarnos dentro aprovechando un despiste de los guardias de la puerta.

Nuestra amistad era (para mi sorpresa) de lo más "sana". En verano vino alguna vez a mi casa a cenar, ver pelis o tomar algo y ninguno de los dos amagó con dar un paso en falso... de hecho uno de los findes estivales planeamos hacer juntos una excursión a cierta playa del norte, y el hecho de que fuera nudista no nos tiró para atrás.


Al final de aquel verano mi relación de pareja se terminó y aún así seguí viéndome con Elizabeth los meses siguientes sin alimentar perversas intenciones... pero el verano siguiente sucedió algo que lo cambiaría todo.

Hacía dos meses que no quedábamos y en una de nuestras tardes de cerveza negra ella me contó que lo había dejado con su novio, poniéndose la situación muy muy sentimental.
Nunca olvidaré ese momento en el que estando ambos un pelín borrachos y tristones (también se repasó mi anterior ruptura encontrando no pocas coincidencias), nuestros ojos se iluminaron de una manera particular... le pregunté si quería tomar otra, o que fuéramos a otro bar... y ella, mirándome con gesto melancólico, tragó saliva y mordiéndose el labio susurró: "lo mejor es que me vaya a casa".

Algo que hasta la fecha nunca había hecho acto de presencia en nuestras citas se manifestó por primera vez de manera brusca y abrumadora: la tensión sexual.


Supongo que ella deseó evitar tentaciones prematuras, pues seguía (más o menos) en contacto casi diario con su ex... el caso es que desde aquella tarde/noche nuestros encuentros pasaron a espaciarse más de lo habitual, siempre en sitios públicos y en lo que yo (irónicamente) llamo "horario infantil".

La única excepción a ese esquema tuvo lugar casi en navidad, antes de que ella viajase a su tierra por vacaciones... quedamos una tarde y volvimos a sentirnos tan a gusto como al principio, pero a la cuarta bebida empezamos a tocarnos un poco más de lo normal.

Nos acariciábamos mientras charlábamos y algunas de las frases acababan en abrazos o algún beso en las mejillas... como dos boxeadores tanteándose. Pero cuando la cosa se puso seria y más o menos quedaba claro cuál sería el siguiente paso, ella agachó la cabeza y buscó su móvil en el bolso...
La secuencia de excusas posteriores que Elizabeth esgrimió desembocaron en que cada uno pusiera rumbo a su casa cinco minutos después... muá muá, hasta la próxima, ya te llamaré, etc.

Estuvo cerca.

Tres citas intrascendentes después, volvimos a vernos las caras un sábado a primera hora de la noche en un bar junto a mi casa.
Ella comenzó hablándome de un hombre con el que había salido un par de veces el mes anterior, un relativo desastre... a ella de entrada le gustó pero luego en faena lo vio muy paradillo.
Elizabeth le envió todas las señales posibles para que se liase con ella ("Le dije que fuéramos a mi casa Rific, y me dijo que mejor no... ¿te lo puedes creer?") pero no hubo suerte... incluso ella tuvo que lanzarse a su cuello para besarle, pero no obtuvo la respuesta "apasionada" esperada... "qué mal besaba por Dios, te juro que llegué a pensar que a pesar de sus cuarenta y tantos aquel fulano era virgen"
Pedí otras dos cervezas.


"Y todo sucedió aquí mismo, en este bar, uff..." –confesó- "qué mal me ha tratado esta ciudad en lo que a hombres se refiere estos dos años... sólo he conectado contigo"
"¿En este bar?" –comenté- "pues no debo dejar que te lleves mal recuerdo ni del bar, ni de la ciudad, ni de los hombres de la zona... vamos a ponerle remedio ahora mismo"

Ella preguntó cómo tenía pensado hacer semejante cosa... le contesté que besándola ahí mismo, como no supo hacerlo el capullo con quien salió, reparando tal afrenta... ella abrió los ojos a tope y empezó a reírse nerviosamente.

"¿Preparada?", dije pasando la mano por su espalda.
"Vale pero...", Elizabeth no pudo decir más, el beso anunciado despegó y había alcanzado su objetivo.

No fue excesivamente largo y después no le siguieron más, ella se plantó.
"Uno sólo eh, no más...", concluyó sonriendo, evitando mi mirada... yo no insistí en repetir.

Después de la caña nuevamente cada uno para su casa, pero en la despedida me susurró al oído: "perdóname Rific, otro día más"... y me guiñó un ojo mientras se alejaba.

- - - - - - - - - -

A finales de Noviembre, tomando un café me anunció que tenía pensado dejar su actual trabajo y regresar en breve (finales de diciembre) a su añorada ciudad, definitivamente, para vivir... quedamos en que antes de su marcha nos despediríamos cenando, saliendo de copas o algo similar. Una fiesta.
Mientras lo "planeábamos" noté en sus ojos el mismo brillo confuso de la primera vez en que la carga sexual hizo acto de presencia... camino de mi casa resolví no dejar pasar la última próxima cita de despedida, ese día iría por todas e intentaría acostarme con ella, a modo de "traca final".

Además tenía la sensación de que jamás volvería a verla, lo cual me animaba en dicha temeridad...

Debió de olérselo, pues el mes de diciembre pasó y Elizabeth no dio señales de vida.
Hace dos días me llamó por teléfono desde su nueva casa en la otra punta de España disculpándose por haberse marchado de mi ciudad sin haberse despedido, que lo había sentido mucho pero la mudanza, trámites, papeleos, bla bla bla...


Me gustaría pensar que ante nuestra cita de despedida, a Elizabeth le hubiesen temblado las rodillas, hubiera sentido miedo a dejarse llevar y caer a última hora en la tentación...
...pero puede que sea tan sencillo como que a fin de cuentas, yo le haya importado un bledo.

31 comentarios:

neko dijo...

Que penita de final, nunca he entendido estas cosas. Erais amigos vale, pero por qué no pudo haber nada mas, a qué le tuvo miedo?

El Barquero dijo...

Me temo amigo Rific que el asunto es de lo más simple. La chica te encasilló como "solo amigo" desde el principio; dicho de otra forma, te "solamigueó", desproveyéndote de atributos sexuales.

Hay quien dice que estas cosas dependen mucho de la actitud de quien las permite (¿tú lo hiciste, no?); hay quien piensa que son inevitables, ya que las mujeres tienen sus gustos para el amor y el sexo, a menudo distintos de los de la amistad. En todo caso, una vez se ha producido el "solamigueo" revertirlo es complicado.

Por mi parte he vivido un caso parecido, aunque no adopté voluntariamente la actitud de "sólo amigo" en ningún momento. Mi amiga me contaba "inocentemente" sus penas e incluso sus desempeños sexuales con otros hombres entrando en detalle (¿sado-masoca, no?). Me harté y le tiré los tejos (como tú hiciste al final) de manera directa y descarada. Calabazas, por supuesto, me quería sólo, dijo, como "un gran compañero". La envié a la mierda con malas palabras, de las cuales me arrepiento, pero así fue. Ya ves...

Eres un blogafantas auténtico, chaval. Un abrazo.

Xana dijo...

Yo apuesto a que le gustabas pero no tanto como paara poner en peligro sus planes y ya esta,
y siempre tendra un grato recuerdo de tí y quien sabe la vida da muchas vueltas y no hay nada mas sugerente
que
el pudo haber sido y no fue
aunque a mi me gusta no dejar pasar una oportuunidad que luego siempre me arrepiento
un beso
ah! eres un ligon eh?
me das una envidia...

El Barquero dijo...

¡¡Joder!! ¡¡Menuda interpretación que haces Xana!! ¿Tú has obrado alguna vez como la susodicha Elizabeth "para no poner en peligro tus planes"? Cuidado, porque, con todos los respetos, se utiliza bastante una ideología entre oscura y falsa en este tipo de cosas. Y disculpa mi "agresividad". Y disculpe usted, Rific, esta contestación a la contestación. Mis saludos.

Mr. Rific dijo...

NEKO: Miedo o indiferencia, dudo que algún día llegue a saberlo... tiempo al tiempo

EL ADORADOR: Ella siempre me dijo que le gustaban los hombres mayores.
Su novio tenía 48, el tio con quien salió aquí unas cuantas veces pasaba tb de los 40... y tuvo relaciones unas vacaciones en su tierra con otro de casi 60... alguna vez me dejó caer que los "jóvenes" no le íbamos demasiado.
Quizás fuera eso, o quizás me puso la etiqueta que dices y nunca me valoró de cintura para abajo...

XANA: Tu conclusión suena factible, ella barajaba la posibilidad de regresar con su ex una vez volviese a casa.
Puede que no quisiera poner en peligro ese plan por nada del mundo, incluyendo un revolcón de despedida conmigo.
Yo no soy un ligón, tan sólo puede que lo intente con más chicas que la media :D

Mr. Rific dijo...

EL ADORADOR: Sí que es posible, considerando lo que acabo de comentar sobre el ex de Elizabeth, sus intenciones de regresar con él, etc.
Y es que a veces cuando te planteas seguir un camino "recto" te propones no desviarte ni un milímetro... y por muchas señales luminosas que yo hiciera ella preferiría ignorarlas.

Llámalo sacrificio, llámalo ser retorcida... llámalo mejor "Rific a dos velas" :D

Xana dijo...

para nada, adorador y siento utilizar el blog para contestarte, pero se que algunas personas lo hacen,..
me dejo llevar por el corazon antes que por la razon.. nolees mi blog?
asi tengo el corazon hecho trizas un beset guapos los 2

Raúl dijo...

Vaya, lo siento... Pues la verdad es que no sé qué pudo ser, porque solo conocemos tu punto de vista, así que firmo un poco lo que te dice el resto, lo de 'solamigo', lo del miedo a romper la amistad, o yo qué sé.

Por cierto, qué miedo me dan las mujeres, y es que historias como ésta acentúan aún más mi miedo: hay que saber besar, hay que saber qué decir, cuando decirlo, cuando no decirlo... Siempre he pasado de intentarlo, salvo con dos únicas personas, y así me ha ido.

Cris* dijo...

Yo pienso que fue su miedo elq ue hablo por ella.
Miedo a que fuera más que un polvo.
Miedo a que algo le retuviera en tu cuidad.
Aunque lo de la edad tambien es una gran posibilidad.
Pero tranquilo. No todas las mujeres somos tan miedosas o tan complicadas.

Por cierto, escribes genial;)
Besos!!

Ana dijo...

Yo creo que así mola más, siempre te queda la dudilla de ¿y si se hubiera dejado llevar? Nunca se sabe no? Podía haber sido el peor polvo de tu vida y encima siendo tu amiga... Mejor así, sin duda.

Un beso con sabor a cacahué

Mr. Rific dijo...

XANA: Como dije antes, a tu teoría (viniendo o no del corazón) había que darle cabida entre las posibilidades... y si en este caso fuera desde el corazón mucho mejor, por supuesto :D

SONÁMBULO: Nada de miedo hombre, esto se resume en estar en el momento adecuado en el lugar preciso... y tener suerte.
¡Y para que la lotería toque hay que jugar!

CRIS*: Celebro que seais varias las que no ofrezcan tanta resistencia, temores o complicaciones. ¡Aleluyah! :D
Muchas gracias por el (inmerecido) cumplido y bienvenida al blog.
¡Te ruego aceptes nuestra tradicional Fanta de recibimiento!

ANA: No te falta razón, los finales abiertos me encantan... casi tanto como los cacahuetes :P

Harbinger dijo...

Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros, coge los vientos alisios. Explora. Sueña.
[Mark Twain]

Esta historia rezuma tristeza, cuando somos incapaces de amar, se diluye nuestra esencia de humanos.

Te susurraré... dijo...

Dios mío!
Algunas necesitan 26 citas, 37 indirectas y 14 amagos para...no follar.
Pues ¿qué quieres que te diga?, casi mejor que no pasara nada porque a ess ritmo, en su vida es imposible que le haya dado tiempo a probar con más de 3 o 4 amantes.

Claro, ahora entiendo con quién me comparan cuando me cuelgan el sambenito de la mala fama.

Mr. Rific dijo...

HARBINGER: Mark Twain predicó con el ejemplo, aún así seguro que incluso él se arrepintió de un montón de cosas "no hechas" en su lecho de muerte... es inevitable, y natural en el ser humano: al tomar una dirección se deja atrás otra.
No creo que sea una historia triste, simplenmente es el relato de una amistad "Neutral" en la que cuando surgió el elemento sexual, en vez de calentarse... se enfrió.
Ante la duda yo planeé follar... ella planeó su huida :D

TE SUSURRARÉ: Tu primera frase me parece impecable y muy descriptiva.
Cuando ella y yo hablábamos de sexo se las daba de audaz, pero por lo que luego demostró hacer (conmigo y con los demás) distaba mucho de serlo.
Por cierto, esta es una clase de chica que me he encontrado en numerosas ocasiones: mojigatas dándose aires de zorrón.
Jamás entenderé qué razones se esconden detrás de semejante comedia...

Las comparaciones son odiosas, ya lo sabes, sobre todo cuando (entre tú y los demás) no hay manera de ponerse de acuerdo en las unidades de medida ;)

Wen dijo...

Qué curioso, de otro modo pero yo tb hablaba ayer en mi blog de estos temas...
No le importabas un bledo :) Nah

Mr. Rific dijo...

WEN: Si es que hay ciertos temas que flotan por la blogosfera... jeje
Si vuelvo a verla algún día puede que salga de dudas acerca de los bledos ;)

Nuda Veritas dijo...

Rific, menuda paciencia tuviste con la chica...entiéndeme no es q piense q tenías q haberte tirado a su yugular a las primeras de cambio...pero es q menuda plasta de tía! jajaja

Yo creo q es de esas que sólo quiere q le doren la pildora y encima es un poco fantasmilla la muchacha...mmm...sí, me cae gorda!jajjajajaa

Te besa reparando afrentas,

Nuda

Mr. Rific dijo...

NUDA VERITAS: El fallo estuvo en que nuestros primeros meses de contacto ýo no estaba disponible y la tensión no se hacía palpable... después lo vició todo, amistad incluida.
Gracias por las reparaciones!!! ;)

panterablanca dijo...

Pues a mí también me ha parecido una historia triste, aunque me parece estupendo que tú no lo veas así, señal de que no sentiste la tristeza...
No sé, no creo que todo se resuma en que era una mojigata... el cerebro humano es inabarcable.
Besos salvajes.

Anónimo dijo...

mmmm solo por curiosidad, la historia es autobiográfica o es pura novela??

De cualquiera de las dos maneras he de decir que me ha gustado, ha sido entretenido leerla.

Un saludo.

Mr. Rific dijo...

PANTERABLANCA: No me parece triste pq al final mis expectativas con Elizabeth consistían en zanjar la cuestión sexual que en un momento dado surgió en el ambiente... siempre tuve la sensación de que cuando se fuera de mi ciudad no volvería a saber de ella, así que miedo a perder contacto o "acabar mal" nunca lo tuve.

BITELINO: ¡Bienvenido al blog! La historia es real, como todo lo que aquí se cuenta.
Gracias por el interés y espero aceptes la tradicional Fanta de recibimiento :D

Dama del Castillo dijo...

Uy, Rific, eso suena a espantada en toda regla. ¿Miedo, quizás? Bueno, tú hiciste lo que estuvo en tu mano, y al menos conseguiste que se llevara un recuerdo diferente del bar y la ciudad, ¿te das por satisfecho?.

Por cierto, te ha caído un premio en mi blog. Puedes pasar a recogerlo cuando tengas un rato libre :-)

Un saludito.

Mr. Rific dijo...

DAMA DEL CASTILLO: Como bien dices, hice cuánto pude... y si no llegué a cabo mi plan final fue por su espantada en toda regla.

Muchas gracias por la generosa mención en tu blog, espero que el premio no se me suba a la cabeza!!! ;)

Lunática (R.) dijo...

Me ha llegado esta historia... Me siento extrañamente nostálgica, y no conozco a la chica, y a ti tampoco jajaj
Un besoo!!

Mr. Rific dijo...

LUNÁTICA (R.): Yo también me siento nostálgico en estas fechas, pero (desde luego) ni de coña respecto a Elizabeth... febrero es un mes complicado.
¿Seguro que no nos hemos cruzado en el Mercadona?
:D

Adriano dijo...

Joder, la típica historia del "quiero y no puedo" (la historia de mi vida jajaja)
Cuando quieren, quieren, y si no pues no hay nada que hacer, cuando te etiquetan como amigo y te ven desde el primer momento de una forma, no hay Cristo humano que recapaciten y den su brazo a torcer!

Mr. Rific dijo...

ADRIANO: De haber quedado juntos en el último año, tajándonos como al principio... otro gallo hubiera cantado :P

Princesa Negra dijo...

Que historia tan dulce.....no se si es veridica, si lo es, me atreveria a decirte que ella te quiere,tal vez no tenga muy buena opinión de tí así que cree que es mejor no intentar nada para que no le hagas daño.....pero claro igual todo esto no es verdad, y es mi imaginación que me juega malas pasadas.

Mr. Rific dijo...

PRINCESA NEGRA: Gracias por fisgar en entradas antiguas, espero que te gusten :)
Sí, las historias de este blog son verídicas (aunque increíbles)... y puede que des en el clavo al decir que ella no tenía una "buena" opinión sobre mi, al menos no lo suficientemente buena como para decir "qué coño, ¿por qué no? si mañana me voy de esta ciudad para no volver..."

Princesa Negra dijo...

Me gusta como escribes, solo he podido leer algunas aunque la intención es leerlas todas.

De verdad son ciertas estas historias?....... pues menudo curriculun, no?

En esta en concreto, yo creo que ella quería llegar a más pero le faltaba ver en ti la misma motivación, ya he visto que en otras has tenido mejores resultados……ay,ay,ay que eres un seductor nato

Mr. Rific dijo...

PRINCESA NEGRA: ¡Gracias por el comentario! ¡Y gracias por la molestia de leer tanto texto (en 10 meses he publicado más de lo inicialmente previsto)!
Claro que son ciertas las historias, y yo no soy tan seductor como pánfila resultó la prota de esta entrada...